MOMENTOS OLÉ

Doce uvas por Nochevieja

Ya lo decía Mecano en su canción Un año más, eso de que, por una vez, “hacemos algo a la vez”. Y es que, si hay una cuestión que seguimos por unanimidad en España, es la de tomarnos las doce uvas al filo de la última noche del año. Una tradición proveniente del siglo XIX y practicada en un principio por las clases pudientes y extendida poco después de manera universal a todos los hogares. Cuando faltan horas para que la madrileña Puerta del Sol anuncie la llegada de 2020, nos adentramos en la curiosa historia detrás de la celebración de la Nochevieja en nuestro país.

Año 1892. Madrid. El entonces alcalde de la ciudad, José Abascal, dicta un bando en el que anuncia que todo aquel que se excediera la víspera de la festividad de los Reyes molestando con ruidos, escándalos o broncas sería obligado a pagar una multa de cinco pesetas.

Esa masa alborotadora, perteneciente a las clases más humildes, se mofaba de las costumbres de la aristocracia, como la herencia francesa de tomar doce uvas regadas de champán en Nochevieja. La muchedumbre, a modo irónico, se concentraba en la plaza madrileña y tomaba las uvas en la Puerta del Sol. Poco a poco los ciudadanos de clases más humildes dejaron de criticar a las de alta alcurnia y la tradición fue ganando adeptos de toda condición social y extendiéndose por toda la península, manteniéndose de manera ininterrumpida desde 1897.

Además, a esto hay que sumar que en 1909 los agricultores de Alicante y Murcia acusaron un excedente de uva en su producción, de manera que, para poder venderla, recurrieron a las autoridades del Gobierno. Desde Madrid se les ayudó potenciando que en Nochevieja se tomaran doce uvas en los hogares españoles. Se trataba de una variedad tardía que maduraba en diciembre, por lo que establecer como fecha el 31 de diciembre y de paso celebrar así la llegada de un nuevo año era la manera perfecta de dar salida a la fruta. Pronto la idea alcanzó su punto álgido mezclando la suerte, las uvas y las campanadas.

“Coma usted doce uvas en el cambio de año, al filo del nuevo tiempo que nace, y tendrá asegurada la felicidad en el año siguiente”, rezaba el eslógan utilizado por los almerienses. Y vaya si caló. Desde aquel 1866, el mecanismo del reloj de la Puerta del Sol no ha cesado de anunciar el cambio de año. Ni la propia Guerra Civil fue capaz de parar esos años la tradición.

 

             *Foto: esmadrid.com

Una última curiosidad: en el año 1962 en el Reloj de la Puerta del Sol tuvo lugar la primera retransmisión de las campanadas de fin de año. Hasta entonces su sonido había llegado a muchos hogares españoles a través de la radio y fue a partir de este año que empezó a retransmitirse por diversos canales de televisión.

¿Y tú? ¿Cómo vas a pasar la Nochevieja y dar la bienvenida a 2020? Desde @LasToreras os deseamos un feliz final de año y una entrada en el nuevo llena de salud y amor rodeados de los vuestros.