MOMENTOS OLÉ

Emma M. Nutt, primera operadora de telefonía de la historia

El 1 de septiembre se celebra el Día Mundial de Emma M. Nutt, la primera operadora de telefonía del mundo, que fue contratada por la Graham Bell en 1878. Un exigente oficio que permitió a muchas mujeres de la época incorporarse al mercado laboral y que, pese a su disciplina casi militar, fue un atisbo de lo que empezaba a perfilarse como una sociedad con igualdad de oportunidades. Y eso que aún quedaba mucho camino por recorrer. Conocemos los entresijos del olvidado oficio de telefonista.

La primera central de la compañía de Alexander Graham Bell se instaló en New Haven (Connecticut) en
1878. Por aquel entonces niños de entre 15 y 17 años se encargaban de la parte superior de los paneles de conexión, mientras que los más pequeños (de 10 a 15 años) hacían lo propio con los paneles inferiores. Pero, como es lógico, se distraían con facilidad, eran ruidosos y se quedaban dormidos. Normal, eran solo niños y se les sometía a unas condiciones de semi esclavitud.

Con este panorama, los abonados se quejaban por el servicio prestado y esto, unido a una posterior legislación más severa contra el trabajo infantil, llevó a sustituir a los niños por mujeres, siendo la primera telefonista de la historia Emma M. Nutt., que empezó a prestar sus servicios el 1 de septiembre de 1878, comenzando una carrera que duraría 37 años. El problema era que los trabajadores eran eficientes como operadores de telegrafía, pero les resultaba más complicado adaptarse para el contacto telefónico, donde se requería mayor paciencia y capacidad de escucha. Curiosamente, unas pocas horas después, la hermana de Emma, Stella Nutt fue también contratada, convirtiéndose en la segunda operadora telefónica del mundo.

Sin embargo, aunque a simple vista pudiera parecer que se favorecía la incorporación al mundo laboral de las mujeres, aún quedaba mucho que hacer para igualar las condiciones de trabajo entre ambos géneros. Y es que aunque se aludía a una mayor suavidad en la voz y una mejor capacidad de escucha, en realidad las razones mercantilistas eran las que primaban en la balanza. Sencillamente su contratación era más barata. Pero volviendo al momento histórico que estamos describiendo, Emma, al parecer, además de sus cualidades como buena oyente, podía recordar todos los números del directorio telefónico de la Compañía de Teléfonos y Telégrafos de Nueva Inglaterra.

 

Había varias condiciones que las mujeres telefonistas debían cumplir para ser contratadas: ser solteras y tener entre 17 y 30 años. Además debían tener buena presencia y brazos suficientemente largos para alcanzar la parte más alta del conmutador. Trabajaban 10 u 11 horas seis días a la semana y pasaban exámenes médicos para certificar sus habilidades manuales, además de exigirles certificados de buena conducta. Una profesión elegida por muchas mujeres de entonces en busca de un trabajo que no se limitara a las labores del hogar que se les suponía.

¿Conocías la historia de Emma M.Nutt? Un Olé por todas las mujeres que abrieron camino en la historia 😉