MOMENTOS OLÉ

Propósitos de Año Nuevo, una antigua costumbre

Empezar una actividad nueva, apuntarse al gimnasio, viajar más, dejar de fumar… Unas metas son más realistas que otras, pero, lo que está claro es que en nuestra cultura es habitual proponernos buenos propósitos a partir de cada año que comienza. Lo que quizá no sabías es que estamos hablando de una costumbre que se remonta 4.000 años atrás, en la antigua Babilonia, época en la que se hacía promesas a los dioses y se celebraba un festival en marzo para ganar su buen favor y recibir bendiciones en el año entrante.

Se consideraba un día de recuento y balance y, durante los once días que duraba el festival, los ciudadanos hacían fuertes propósitos, pagaban sus deudas y devolvían todo lo que tuvieran prestado. Eran también días de jolgorio y celebración en los que se bebía, se organizaba bailes de máscaras y cabalgatas y se vestía con atuendos elegantes para dar la bienvenida al año.
También los griegos celebraban el año nuevo, y lo hacían con un desfile por las calles, con un bebé metido en un cesto al que llevaban hasta el templo de Dionisos, dios del vino. Una costumbre similar tenían en Egipto, donde representaban el año viejo con un hombre anciano situado junto a un niño que simbolizaba el año que comenzaba.

Volviendo a los antiguos babilonios, tenía sentido que marzo fuera el mes para comenzar el año, ya que se regían por la agricultura, y esta es la época en la que empieza la primavera y se siembran los campos.
La costumbre pervivió hasta la época del Imperio Romano, en la que los fieles ofrecían sus buenos propósitos a la deidad de dos caras llamada Jano, el dios de los comienzos y los finales, que mira simultáneamente hacia atrás, el año viejo, y hacia adelante, el nuevo año. Era costumbre también regalar una moneda y un tarro de miel para expresar el deseo de que el nuevo tiempo que llegaba fuera próspero y dulce. Al igual que los babilonios y los griegos, los antiguos romanos celebraban una fiesta por todo lo alto en la que no se permitía trabajar, ni siquiera en las labores de la casa, y se estrenaba una prenda de vestir.

 

                                                 Jano, dios de los comienzos y los finales
                                          

En la época medieval los caballeros tomaban los llamados “votos del pavo real” llegada esta época del calendario para reafirmar su compromiso con la caballería, mientras que los cristianos primitivos dedicaban el primer día del año a reflexionar sobre los errores del pasado y tratar de ser mejores el año que daba comienzo.

Después, en 1582, el papa Gregorio XIII marcó el 1 de enero como el inicio del año nuevo, de acuerdo con el calendario gregoriano vigente hasta la fecha. Sin embargo, la tradición de hacer promesas para iniciar cambios vitales ha perdurado a lo largo del tiempo.

¿Y tú? ¿Ya has pensado en tus buenos propósitos para este 2020? Esperamos que estén llenos de @MomentosOlé que acompañar con unas @LasToreras.